A mitad del camino se nos ha estropeado el bus, problemas en el embrague. Casi 40 minutos esperando al autobús nuevo, y tras muchas callecitas estrechas e incluso ser guiados por la Guardia Civil de Ubrique, llegamos a Cortes.
Los niños están cansados pero enteros y nos preparamos para empezar los entrenamientos. Todo el mundo ha comido bien, aunque a alguno que otro ha habido que achucharle un poco. Al rato, tras reposar un poco la comida nos hemos puesto al lío con los entrenamientos. En general bien pero se ha notado el cansancio del viaje. Al acabar los entrenamientos nos hemos pegado un duchazo y hemos dado un paseo por el pueblo, con el dueño del albergue como guia. A propósito del albergue, es muy cómodo, grande y estamos solo nosotros,así que se puede decir que somos los "reyes". Tras el paseo, hemos cenado y hemos estado jugando a un par de juegos que ha preparado Sabas, el monitor de la empresa que tenemos contratada y amigo que entrena en Castilleja. Algunos se han acostado prontito sobre todo los más enanos que acusan el viaje. En general, nos lo hemos pasado bien, y estamos todos contentos. Marina está un poco pachuchilla pero está mejorando.
Lo siento pero entre todas las cosas no me ha dado tiempo de sacar fotos, os prometo que mañana intentaré subir alguna. Un abrazo desde Cortes.
Matías
